lunes, 24 de enero de 2011

Hoy... turno para Benedetti

¿Qué por qué Benedetti? Porque siempre es un buen momento para buscar consuelo en sus brazos y de paso, trabajar la resiliencia...

No te rindas

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti


domingo, 23 de enero de 2011

Te deseo



Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro

Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: "Esto es mío".
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.


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Este poema se atribuye en internet a Víctor Hugo, pero otras fuentes apuntan a que es de Sérgio Jockymann. Independientemente del autor, el mensaje es el mismo. 
Yes, I wish it...

domingo, 16 de enero de 2011

Siguiendo el ejemplo de Edison

Esta bitácora ha recibido el apto. Sí, ha sido más discreto de lo que me hubiese gustado, pero si partimos y aceptamos que el concepto "evaluación" corresponde al proceso de recogida de datos que nos da la posibilidad de mejorar, no está tan mal, ¿no? Claro, ahora se trata de mejorar o, al menos, ir regando lo suficiente para que no muera, así que... hora del segundo "post":

Una entelequia me ha llevado estos días a recordar una historia sobre el prolífico Thomas Edison cuando éste inventó la lámpara eléctrica.

Edison inventa la lámpara y un periodista se acerca y le dice algo similar a esto:

.- Sr. Edison, antes de inventar la lámpara, usted realizó mil intentos fallidos. ¿A qué cree que se debieron tantos fracasos?
.- ¿Fracasos? Yo no fracasé ni una sola vez. Realicé los mil intentos necesarios para llegar a inventar la lámpara eléctrica.

No me gusta nada la palabra fracaso, y no creo que se perdiese nada si la RAE la borrase junto al acento de "solo" (y eso que, a ése, sí lo echo de menos). No entiendo por qué algunas personas tienden a tachar los errores de los demás como fracasos, cuando ya se sabe que "errar es humano" y forman parte de nuestro aprendizaje. Por tanto, y coincidiendo con Edison, "pasos necesarios" para seguir creciendo.

jueves, 6 de enero de 2011

Hora de empezar...

Supongo que todos tenemos una lista llena de tareas pendientes. La de crear un blog, era una de esas tareas pendientes que llenaban la mía y, ahora que lo estoy creando, considero que, si no lo había hecho antes, era porque no quería comprometerme a darle continuidad.

Sin embargo, esto podría ser incoherente con una de mis máximas; "la necesidad de no quedarse atrás con las Nuevas Tecnologías".

¿Hasta dónde llegará esta aventura? Ya se verá...