domingo, 29 de julio de 2012

¿Estás huyendo?





¿Estás huyendo? Mi estómago sin vacilar contesta que sí y en ese instante no sé si estoy más sorprendida por la pregunta o por la respuesta. 
Llevo semanas invitando a varios amigos (ellos y ellas) a que se escuchen mientras, al mismo tiempo, yo evito el momento de sentarme conmigo a solas. Frente a frente. Como otras veces. Tengo trabajo, tengo clase, tengo exámenes… vuelvo a tener trabajo…  cualquier pretexto es suficiente.
En estos días sin sol y estas noches sin luna, un año después, vuelvo a ser La Palida de Galeano. ¿Qué le pasa al mes de julio? Final de junios y preludio de septiembres, sí, ¿y qué?
Abro los ojos y en mi móvil aguarda un mail sin leer. La posibilidad de huir a la playa durante unos días me invita a seguir buscando respuestas. La mañana está receptiva y las emociones por fin afloran: no quiero un curso perdido, no quiero actuar guiada por el miedo y no quiero esperar. 
Entonces, la presidenta de la Fundación González es clara: “Si crees que va a ser un año perdido, vete ya y no esperes. Tienes mi bendición”. Aquí solo quedan tres frenos que, en realidad, son cuatro pero ese último tiene el comodín de la compensatoria. 
¿Qué necesito para ser lector?
Tal vez... ¿abrir más ancho?


lunes, 23 de abril de 2012

A los dos que siempre están, de forma incondicional

Para saber qué significa el término "incondicional" basta con acudir, por ejemplo, a la Rel Academia:

Incondicional.
1. adj. Absoluto, sin restricción ni requisito.
2. com. Adepto a una persona o una idea sin limitación o condición ninguna.

Ahora bien, si, además de saber, quieres sentir y comprender, el diccionario no es suficiente. Para esto es necesario contar con personas dispuestas a darle sentido a la vida, a luchar por ti antes que por ellos mismos, a dar sin esperar, a dejarte marchar en busca de tus sueños y a recibirte de nuevo, siempre con los brazos abiertos y betadine para curar las heridas de las que no pudieron protegerte.

No importa cuánto te alejes, sabes que, si quieres volver, siempre hay un lugar para ti. Da igual los años que tengas, nunca dejas de necesitarles.

Quizá el gran fracaso de nuestro tiempo es pensar que ese incondicional se puede encontrar en cualquier otro lugar, puesto que, esta idea, nos lleva a buscar fuera lo que solamente puede encontrarse dentro.
Pasará el tiempo, más no llegaré a devolver ni la mitad de la deuda adquirida durante todos estos años pero dejadme al menos que os diga lo orgullosa y afortunada que me siento al teneros y que al decir "os quiero" aquí las palabras cobran su máximo valor porque, este sentimiento, también es incondicional.




sábado, 25 de febrero de 2012

Manuel



Si hubiese sabido que el tiempo concedido iba a estar tan limitado, hubiese tenido el valor para pedirte los dos besos que no me diste, hubiese buscado el momento de cobrar una prometida vuelta en silla y te hubiese confesado que me gustaba tu compañía.

No sé desde qué momento se considera coherente o está permitido echar de menos a alguien pero te cruzaste en mi camino y dejaste una huella que prometo no borrar hasta mi final. Nunca olvidaré tu forma de escuchar y leer entre líneas, tu rapidez verbal con las rimas de Idoya y tu sonrisa traviesa.

Me cuesta aceptar que fuese el momento, tú momento, la forma me produce rabia y frustración, y todavía creo que solo te has escondido, que podremos volver a verte y que habrá un nuevo día para ir al cine… 

...Porque este adiós desea un hasta luego...


domingo, 15 de enero de 2012

Usted sabe que puede contar conmigo


      
           Al otro lado de la puerta cerrada escucho su voz, cantando a voz en grito. Antes de entrar, llamo, pero no puede oírme: los auriculares suenan demasiado alto en sus oídos. Empiezo a reírme contemplando la escena. No puede verme porque está de espalda y yo no quiero asustarle. Sonrío mientras observo sus movimientos simulando ser el músico que sobre el escenario disfruta de un magnífico concierto, aunque siga sentado, con el único foco del flexo y los apuntes del próximo examen sobre la mesa.
            En un giro de cabeza termina por darse cuenta de que ya no está solo. Noto cierto rubor en su cara y me disculpo a pesar de haber llamado a la puerta. Necesito su cargador para el ipod, el suyo es como el mío. Me han regalado el nuevo CD de Amaral y quiero tenerlo preparado para escucharlo en los próximos desplazamientos por la ciudad.
            Siento curiosidad por el grupo y la canción que le han hecho vibrar de ese modo y, tras dejar a mi hermano en la intimidad de su habitación, busco en youtube. Me ha pasado tres títulos. "Errante" ha sido el primero que he escuchado y que, por supuesto, comparto también contigo... ;)


            Sonrío porque el tiempo cura viejas heridas, porque hoy vuelvo a sentir que cuentas conmigo, porque, de nuevo, me he sentido útil ayudándote, porque desde hace unas semanas volvemos a reírnos como siempre, porque, por distintos motivos, me siento feliz. 
            Thank you, brother.